Cada especie de árbol frutal tiene su propia historia, ciclos de vida y necesidades específicas, creando un tapiz variado que refleja la riqueza de la biodiversidad. Plantar y cuidar árboles frutales es una inversión a largo plazo.
Si habéis comprado un árbol en maceta, el momento del año en el que se realice el trasplante es prácticamente indiferente, salvo que las condiciones sean demasiado duras.
Aseguraros de que el nuevo lugar tenga condiciones de suelo adecuadas para el tipo de árbol frutal que estás trasplantando. Debería recibir la cantidad adecuada de luz solar y tener un buen drenaje.
PASOS PARA TRASPLANTAR UN ÁRBOL FRUTAL
1. Excavar el hoyo
Lo primero de todo es excavar un hoyo lo suficientemente grande y profundo en el suelo o en la maceta para acomodar las raíces extendidas del árbol sin doblarlas, depende de donde lo trasplantéis.
Después de haber hecho el hoyo, ahora toca llenarlo de agua hasta arriba, y a esperar que la tierra absorba toda el agua.
2. Trasplantar el árbol
Colocad el árbol en el hoyo, asegurándoos de que esté a la misma profundidad que estaba en su ubicación original. Llenad el hoyo con tierra hasta quedar bien cubierto y regad para eliminar bolsas de aire alrededor de las raíces.
Debéis echarle una buena cantidad de agua para que el árbol se agarre bien a la tierra.
3. Riego y cuidados
Regad el árbol regularmente durante las primeras semanas después del trasplante para ayudar a que se establezca en su nuevo lugar. Sobre todo, los primeros días que no le falte el agua.
Podéis aplicar una capa de mantillo alrededor del árbol para retener la humedad y controlar las malas hierbas. Evitad la fertilización excesiva inmediatamente después del trasplante, ya que esto podría estresar al árbol.
Dentro de un mes ya le podréis echar abono granulado para que coja más fuerza y le podremos ir echando una vez al mes.
A continuación os dejamos un vídeo dónde explicamos paso a paso cómo trasplantar un árbol frutal.