La salsa pesto es uno de esos clásicos de la cocina italiana que nunca falla: fresca, aromática y perfecta para pastas, tostadas o como aderezo. Su ingrediente principal, la albahaca, se puede cultivar fácilmente en casa, incluso en una maceta pequeña.
En este artículo te explicamos cómo hacer un pesto casero de verdad, con sabor intenso y textura cremosa. Y además, te damos algunos consejos para tener tu propia albahaca siempre a mano.
Ingredientes para la receta tradicional
Para preparar un buen pesto genovés necesitas:
- 50 g de hojas de albahaca frescas
- 1 diente de ajo
- 30 g de piñones
- 50 g de queso parmesano (o una mezcla con pecorino)
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Opcional: puedes añadir unas gotas de zumo de limón para que el color se mantenga más verde si no lo vas a consumir al momento.
Paso a paso: cómo hacer el pesto
- Lava suavemente las hojas de albahaca y sécalas con cuidado
- Coloca en un mortero (o en el vaso de la batidora) los piñones, el ajo pelado y una pizca de sal. Machaca o tritura ligeramente.
- Añade las hojas de albahaca y sigue triturando hasta que quede una pasta.
- Incorpora poco a poco el aceite de oliva mientras remueves o sigues batiendo.
- Añade el queso rallado y mezcla bien hasta conseguir una textura homogénea.
- Prueba y ajusta de sal si hace falta.
- Puedes usarlo al momento o guardarlo en un tarro pequeño cubierto con una fina capa de aceite para que se conserve unos días en la nevera.
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